domingo, 23 de septiembre de 2012

Cerrar los ojos y tenerte a mi lado.

A veces intento no pensar en ti. Lo intento, de verdad. En ocasiones incluso lo consigo. Pero luego, decido volver a imaginarte. Prefiero vivir bajo el suelo con tu recuerdo, que en las nubes sin él. No me gusta sufrir, pero no esta tan mal si es por ti. Sé que no esta bien y que en algún momento debería pasar página, pero ¿Para qué? Tu herida me hace saber que fue cierto y eso, de una manera un tanto irónica, me hace sonreír.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Nada de lo que depender










Pero de momento, quédate una noche más.

No hay premio sin juego


Todos queremos una historia de cuento. Que de repente un día alguien se fije en nosotros y sepa que somos nosotros la persona indicada. Que luche, nos conquiste y consiga hacer que sintamos mariposas en el estómago y nos tiemblen las piernas cuando nos susurre al oido. No te llamo loco por ilusionarte con ello, te llamo iluso.
Si de verdad quieres vivir algo especial sal a buscarlo. Vé con una sonrisa para el mundo y abréle el corazón a cada desconocido con el que te cruces. No te cierres puertas, de eso ya se encarga la vida. Sí esperas te quiero de unos labios especiales gánatelos. Vé a por ellos y si nunca los pronuncia, no te preocupes. Muchas bocas estan esperando a morderte el labio, y una de esas es la que te hará no dormir por las noches y entender canciones de amor hasta entonces vacias.
Pero no esperes sentado el día que llegen a rescatarte de la soledad. Follatela y coge lo que quieres. Y que si no lo logras no sea por que tu no lo has intentado.
Alomejor te parece absurdo todo esto, pero quizás algún día creas que es verdad y entonces puede ser tarde.

jueves, 20 de septiembre de 2012

¿Te atreves?


Hay tantas cosas que no sabes de mi, cosas que hay que descubrir por uno mismo. Y tu no quieres conocerme. El día en el que sepas todas mis manías, sabrás que no soporto los chasquidos de dedos ni la gente que masca chicle con la boca abierta. Descubrirás que me muerdo la boca después de un cigarro, cierro los ojos cuando huele a lluvia y que beso con los ojos abiertos. Empezarás a darte cuenta de que cuando me enfado frunzo el ceño, que como más en invierno que en verano y que cuando miento soy incapaz de mantener la mirada y la tuerzo al suelo. El día que averigües todos mis secretos te darás cuenta de que yo también tengo mi propia historia. A lo mejor te sorprendes al saber que soy capaz de ganarte al poker y ver infinitas veces películas viejas de ciencia ficción. El día que cuentes todos los lunares de mi cuerpo, conozcas todos los tipos de sonrisas que tengo, creas entenderme y puedas figurarte una milésima parte de cómo soy y aún así no me quieras, no tendré nada que decir.
Pero por el momento, que soy un misterio para ti, me atrevo decirte que cometes un error por no aprovechar todo lo que sería capaz de darte.

Si me esperas encontraré la forma de volver

Hablemos de sueños rotos, de lagrimas derramadas, de noches en vela. Hablemos de dolor, de vacios en el alma, miedo en el corazón. Hablemos también de decepciones, de gente sola, de caricias distantes, kilómetros de mas y deseos de menos. Hablemos de rupturas, de traumas, de impotencia, de besos imposibles, de historias improbables. Hablemos de celos, de mentiras, de verdades a medias. Hablemos de daños, inseguridades y palabreria. Hablemos de escalofríos del pasado, dudas sobre el futuro y parálisis en el presente. Hablemos de todo aquello que nos quito las ganas de creer en el amor.
Ahora, brindemos por ello. Brindemos por ello y por hablar de sonrisas tontas, noches mágicas y besos en el cuello. Brindemos por mariposas en el estomago, manos nerviosas y guiños de complicidad. Brindemos por el sexo, por hacer el amor, por las medias naranjas y las medias rotas. Brindemos por las ilusas horas pasadas pensando en ti, por las que tú pensaste en mi, por las que intentamos no pensar. Brindemos por las fechas, las palabras cursis y las miradas que llegan al corazón. Sigamos bebiendo por los arañazos en la espalda, la corteza grabada de un árbol y estrellas fugaces. Emborrachate hablando de confianza, seguridad y ternura. Brindemos por las películas de finales felices. Por las primeras veces y por todas las demás. Por la esperanza, por las ganas, por los planes, por las calles, por los te quiero que se han dicho, por los que no se pronunciaron jamás, por el día de San Valentín, los regalos acertados, por los que no. Por los saltos de alegrías, latidos acelerados y por las reconciliaciones. Brindemos por las duchas juntos, por los mensajes de buenos días, por los desayunos en la cama. Brindemos por aquellos ancianos que vemos enamorados en el parque. Por aquellos que no pueden estar juntos, por los que no se atreven a estarlo, por los que lo están. Brindemos por él, por tí, por vosotros.
Sigamos brindando hasta que no que no quede resto de ninguna botella y entonces, ebrios y locos, no recordemos todo aquello que nos quito las ganas de creer en el amor.



Valgo más por lo que callo


Vés de mi lo que quiero que veas.
No acostumbro a mostrarle al mundo lo que soy.
A quien enseñes quien eres tiene el poder de destruirte.

No quiero esperar a morir para llegar al cielo


y tu no puedes prometerme llevarme a él cada noche.