jueves, 20 de septiembre de 2012

Cuánto perdemos por miedo a perder.


Hablamos de la felicidad como si fuese algo que tuviésemos que conseguir, cuando deberíamos dejar de preocuparnos por lo que seremos y empezar a disfrutar lo que somos.
Todos sabemos lo que nos hace feliz. El problema es el miedo a perder. Y es normal tener miedo.
El miedo es de todos, pero la vida es de los valientes. De aquellos que deciden que vale más lo que se puede conseguir arriesgando que lo que se puede perder. Que afrontan la partida y se apuestan la piel sin ver todas las cartas. Con esperanza. Y si pierden, no se preocupan. Habrá más batallas en las que luchar. Y créeme, alguna la van a ganar. Pero para lograrlo tienes que jugar. No desperdicies las oportunidades. Y sí caes, levanta.
Es de tontos no luchar por aquello que nos hace felices.





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